Moto Guzzi Ambassador Street Tracker – BCR. Desde Benjie’s Cafe Racer nos muestran su nuevo trabajo, una Street Tracker con un rollo clásico. Cuentan que siempre les han fascinado las motos de enduro como las GS de Bmw, EXC de Ktm, XT de Yamaha y XRS de Honda. Así que, decidieron construir una moto a su estilo y añadirle unos toques de enduro. La idea era que te permitiera rodar por la ciudad con estilo y que además sirviera para aventurarse el fin de semana por caminos de tierra. Vamos, diversión asegurada. Con ello en mente y una Moto Guzzi Ambassador 750cc de 1969 como base. Se liaron con la moto hasta crear esta belleza para la vista llamada «Urban Tractor 2014».
Querían conseguir algo diferente, algo que no fuese muy común en el mundo de las motos personalizadas. Al principio no sabían que moto escoger, así que se pusieron a buscar por Internet, donde encontraron esta Moto Guzzi que compraron por $2.500 en California. Su estado no era muy bueno, el motor hacia un ruido fuerte y tiraba humo blanco. La moto pedía a gritos una restauración completa.
Tan pronto llegaron al taller, cogieron todo lo que necesitaban y se pusieron manos a la obra. No son puristas y tampoco les gusta las motos de casa, así que decidieron darle un aspecto totalmente diferente. Al igual que en el resto de sus proyectos, empezaron por el depósito de gasolina. Aunque les gustase como se veía el que llevaba, era demasiado grande para lo que tenían en mente . Se inclinaron por hacer un depósito de gasolina totalmente original y desde cero.
Fabricándolo en aluminio, manteniendo una forma baja, estrecha y con huecos para las rodillas. El largo coincide con el motor V transversal de la Guzzi y tiene un acabado en aluminio cepillado, con unos añadidos en negro y oro que combinan perfectamente con el acabado de la moto.
Después del depósito era la hora de la parte delantera. Querían un aspecto más «gordo», por lo que sustituyeron las cubiertas de la horquilla por unas artesanales con mayor diámetro. También realizaron una nueva carcasa para el faro, escogiendo uno más pequeño y protegiéndolo con una parrilla de acero inoxidable, lo que le da un toque más de aventurera. El bonito velocímetro se ha mantenido e integrado en el faro. El guardabarros es de fibra de vidrio con más altura para seguir con el toque enduro. Y las barras que lo soportan son de acero inoxidable.
En la parte trasera, querían un asiento con un aspecto de los 70. Está hecho de espuma de alta densidad y tapizado con piel de vacuno. Detrás han colocado una parrilla, que sigue con el guardabarros en fibra y el piloto en acero inoxidable. En el centro suelen esconder la batería y toda la parte eléctrica. Pero en esta ocasión han decidido mantenerla en una caja que han fabricado en aluminio y situarlo casi todo a la vista. El motor daba pena y ha tenido que ser reconstruido, cambiando piezas y rectificando otras. El tubo de escape es artesanal en acero inoxidable, más corto y con protecciones a los lados.
Se nota que les encanta su trabajo. Han construido una moto diferente, simple y divertida de conducir. Y ya están pensando en añadir algunas mejoras. Dar la enhorabuena a Benjie’s Cafe Racer por el gran trabajo y a blacksheepmanila.com y 13luckymoney.com por las fotos.
¿Qué te parece la Moto Guzzi Ambassador Street Tracker de Benjie’s Cafe Racer?