Honda XL125 Scrambler – Kemeh Fabrications. Una moto que nace entre la tierra, barro y diversión, para ofrecerte un claro ejemplo de «little Scrambler». Esta Honda XL125S ha sido personalizada por los chicos de KEMEH en Malasia, para mostrar que con una base de pequeña cilindrada también se puede conseguir una moto del rollo y muy aventurera.

Con la base de una japonesa de 1979, Irwann Cheng lanza su tercera transformación customizando todo el aspecto y conservando el espíritu fuerte del motor monocilíndrico SOHC; de dos válvulas, a carburación y refrigerado por aire. Toda una «piedra» mecánica casi indestructible que permite rodar con la bicha durante mucho tiempo.

Que mejor forma de hacerlo que con una máquina fiable y de buen diseño. Y es que Irwann quería transformar una moto con el rollo y que además no le diera ningún problema a su futuro dueño.

Ahora está guapísima, pero antes de pasar por las manos del constructor la moto se encontraba en muy mal estado. Abandonada durante las últimas dos décadas, esta Honda XL125 Scrambler fue usada principalmente para rodar por la montaña y en terrenos complicados.

Por ello, hubo que desmontar por completo la bicha y restaurar todas sus partes. El chasis fue reforzado, limpiado de anclajes y cosas innecesarias sin alterar su resistencia y pintado con pintura en polvo. Se añadió un subchasis nuevo curvado y con una ligera inclinación trasera. Se simplificó y se cambió el cableado eléctrico. El motor fue totalmente revisado y comprobado junto con una puesta a punto completa.

Otras partes como el basculante, las tijas y las botellas de la horquilla, también fueron cubiertas con pintura en polvo. Se colocó un manillar más ancho con las manetas de freno y embrague procedentes de una Yamaha DT125 de enduro. Las barras de la horquilla se cortaron 2,5 cm y se rellenaron con un nuevo aceite. Los frenos, las llantas de radios de 18″ con aros negros, los amortiguadores y los neumáticos; fueron comprados nuevos en el mercado de repuestos.

Por último, se añadieron dos guardabarros pequeños y personalizados a medida para la moto, se tapizó el asiento con cuero marrón y costuras trasversales, se cambió el faro delantero por uno tipo bates de lente amarilla, el piloto trasero por uno simple, depósito decapado, se colocó un escape lateral artesanal, y se quito la batería y otros componentes para dejar la moto lo más minimalista posible.

Como ves, esta Honda XL125 Scrambler muestra pureza y durabilidad mecánica, junto con un estilo lleno de personalidad.

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