Honda CX500 Cafe Racer – Mike Meyers. Perfecta por donde la mires. Y es que, para lograr crear una moto que deje asombrado a todo el mundo tras su paso, no es nada fácil. El diseño, la fabricación y la mecánica, deberán de trabajar conjuntamente para conseguir algo destacable. Este es el caso de Mike Meyers, que ha demostrado unir las tres categorías construyendo una cafe racer a partir de una Honda CX500 de 1980.

Mike comenzó con el diseño. Mirando la forma del motor, ángulos del chasis y todas las líneas de la moto. Una vez finalizada la primera fase, llegaba la hora de la mecánica. Con 16000 km en el marcador no deberían de salir muchos problemas. Pero ya sabes que los kilómetros no siempre dicen el estado real de la moto. El cuidado, mantenimiento y uso de los anteriores propietarios es fundamental. En este caso todo el conjunto de la moto presentaba zonas con óxido, fugas de líquidos y muchas piezas del motor que necesitaban una puesta a punto y buena restauración.

Cuando Mike terminó de dejar el motor y todo el conjunto mecánico como la seda, había que hacer cambios para lograr el diseño imaginado. El primer cambio importante respecto al diseño original de la CX500, viene con la transformación de todo el extremo delantero. Que cuenta ahora con horquilla invertida, tijas, semimanillares, piñas y frenos más modernos de doble disco. Todo procedente por completo de una Honda CBR600RR.

Con todo el tren delantero cambiado consiguiendo una nueva estética y funcionalidad de la moto. Había que seguir con el resto. Las llantas de radios son de una Honda GL 1000 que le dan un aspecto más clásico, las estriberas originales han sido modificadas y adaptadas para la nueva posición de conducción y la pinza de freno trasero ha sido realizada desde cero.

Se han cambiado los carburadores por unos Mikuni con filtros de potencia que mejoran el rendimiento. Añadido un colín que encaja perfectamente con el asiento y sigue los ángulos del chasis y la línea del depósito. Encargándose también de esconder gran parte del cableado eléctrico y piloto trasero.

Ahora luce unos nuevos escapes estilo trompeta con colectores cubiertos con cinta anticalórica negra. Contador de revoluciones personalizado, retrovisores de puño esféricos, portamatrícula colocado en la parte derecha y como último detalle, la tapa de gasolina del depósito se ha obtenido también de la CBR600RR. Un conjunto de cambios que se unen al impresionante trabajo de pintura y que da como resultado una transformación de escándalo.

¿Qué cambiarías de la Honda CX500 Cafe Racer de Mike Meyers?