Honda CB500T Cafe Racer – Alonze Custom. Un trabajo de 8 meses que ha quedado perfecto y muy guapo. Cada uno tenemos una forma de hacer las cosas. Algunos comienzan plasmando sus ideas sobre un diseño inicial, ya sea utilizando un programa de edición o dibujando a mano. Y otros en cambio, prefieren ir directos al grano y pasar sus pensamientos al trabajo real. Haciendo las modificaciones y viendo el resultado al momento.
Jim Alonze constructor de esta belleza trabaja de la segunda forma, aplicando los cambios y viendo como queda. Puedes pensar que esto es una locura, pero viendo la moto, queda demostrado que su cuerpo y mente se comunican con un rollo muy bueno. A mi también me gusta esta opción y mi truco está en la utilización del cartón ;)
Jim es un apasionado y motero desde hace muchos años. Por sus manos han pasado desde motos offroad, motos de carretera y motos clásicas. Le encanta pilotar y disfrutar de la libertad que sientes al ir en estas máquinas. Por ello, decidió dejar su antiguo trabajo en una fábrica de chapa y comenzar una nueva aventura junto a su padre Dom, abriendo su propio taller llamado Alonze Custom, en Scarborough, North Yorkshire (Reino Unido).
Según cuenta, al principio sus planes no estaban muy claros, solo sabían que tenían que especializarse como constructores. Su primera moto fue una Triumph Bobber del año 1954 con un aspecto de metal desnudo y desgastado. Después siguió tocando algunos coches y trabajando con llantas. Pero él quería hacer algo más personal y necesitaba un nuevo proyecto. Así que se puso a ver fotos de motos Cafe Racer y ahí es cuando supo que tenía que construir algo similar pero a su gusto.
No se lo pensó dos veces, se hizo con una Honda CB500T de 1975 importada desde América. La moto estaba en unas condicioes que daba pena, pero da igual, a Jim le encanta pasar tiempo reparando cosas.
Primero comenzó desmontando por completo y retirando todo lo que no iba a ser utilizado. Después colocó una horquilla invertida procedente de una Suzuki GSXR750 y cambió el delgado basculante de origen por uno más gordo y resistente procedente de una KTM de enduro. Modificado y ajustado para que encajase y quedase perfectamente en la moto.
Siguiendo en la parte trasera, ya que se había mejorado la suspensión delantera y el basculante, Jim decidió colocar un nuevo par de amortiguadores traseros de gas con botellas de la marca YSS.
Con estos cambios la moto iba tomando la forma de una Cafe Racer más deportiva y moderna, por lo que la colocación de las llantas de radios no cuadraban con la idea. Así que se buscó una alternativa que siguiese con el diseño aplicado. Mirando por el taller, habían unas piezas para Harley que se habían comprado unos meses antes y ¡Tachan! Unas llantas de tipo lenticular pedían a gritos que se colocasen en este proyecto.
El nuevo subchasis forma una «U» perfecta con una ligera inclinación, más corto y listo para alojar el colín Cafe Racer artesanal hecho por Jim, que integra el piloto trasero de LED.
Otra joya de la fabricación de esta Honda CB500 T Cafe Racer, es el sistema de escape. Que cuenta con dos colectores artesanales en acero inoxidable, con unos curvados personalizados que terminan en unos conos realizados en el torno.
En la parte delantera, la tija superior se suavizó quitando así las marcas originales de la GSXR. También se integró el clausor de contacto y se realizaron unas muescas para darle un aspecto más ligero.
La tapa del depósito de gasolina se modificó para no necesitar de una llave para abrirla, todo ello gracias a un sistema que ingenió Jim.
El cableado se hizo todo de nuevo, invirtiendo mucho tiempo en ordenarlo todo y esconderlo a través del chasis. La batería se alojó bajo el asiento, quedando así todo bien ordenado y despejado.
Todo el motor se desmontó por completo, se reparó y se dejó funcionando perfectamente. Quedando todo el bloque pulido y con cada uno de sus tornillo zincados. El embrague se modificó con un cilindro receptor hidráulico.
En el trabajo de pintura, el chasis y basculante fueron pintados en negro brillante. En otras partes se aplicó una terminación de metal pulido. Y por último, el depósito y colín, lucen un bonito diseño que combina el azul, líneas blancas y números en dorado.
Esta transformación fue construida con la idea de que iba a quedarse para Jim, pero nuevas ideas y cosas que están rondando por su cabeza, hacen que la moto esté en venta y que se inicie un nuevo proyecto. Y viendo este, me quedo impaciente de ver de que se trata ;)
¿Cuál es la parte que más te gusta de la Honda CB500T Cafe Racer de Alonze Custom?