Yamaha Scorpio 225 Brat Style – MalaMadre Motorcycles. Una moto increíble que nos llega desde la preciosa isla de Bali. Cuando la descubrí vi todo un potencial en ella y ahora que ha finalizado, ha quedado confirmado.

Pero no solo es eso. En muchas ocasiones, cuando ves una moto que te gusta, no solo tienes la oportunidad de acercarte y verla con más detalle, si no que también, con una chispa de suerte puedes hablar con su dueñ@ y preguntarle más cosas sobre la moto, experiencias y dudas que solo el o ella podrá contarte.

Yo he tenido la oportunidad de hablar con el creador de esta devoradora de asfalto. Dirk, fundador de MalaMadre Motorcycles ha compartido conmigo su trabajo. ¿A qué esperas? Coge una birra y pilla asiento, esto se pone interesante ;)

¿Por qué una Yamaha Scorpio 225 Brat Style?

Bueno, después de nuestro primer proyecto sobre la Suzuki GSX 250, vimos en venta esta Yamaha. Así que, contactamos con el dueño. Un Australiano que regresaba a casa y no sabía que hacer con su moto. Al verla, comprobamos el estado en el que se encontraba y negociamos con el un precio razonable para ambos.

Esta base esconde un gran potencial bajo su apariencia de serie. Tiene un chasis rígido, robusto y bien acabado (double cradle). Lleva arranque eléctrico. El motor es elástico, tiene buenos bajos y excelentes altos, lo que hace que los 225 cc y los 18 CV se estiren un poco y sea divertida llevarla.

5 velocidades, 1 cilindro y 4 válvulas (FOUR) con Overhead Camshaft (OCH) que es una configuración que permite una combustión mucho mas directa que las válvulas normales.

La moto es anterior a 2010, lo que nos permitía aprovechar la doble suspensión trasera necesaria para nuestra transformación. En 2011 se hizo un facelift y la comenzaron a fabricar con monoshock. La disponibilidad de piezas y recambios de este modelo en Indonesia es muchísimo mayor que con otras marcas, además de tener precios mas ajustados.

Perfecto ¿Qué cambios habéis realizado?

Tras 32 días que ha durado el proyecto, hemos repasado la moto por completo realizando las siguientes modificaciones:

1. Adaptación de chasis (trasero) y basculante para poder poner la llanta trasera 5.00 x 16.
2. Depósito customizado.
3. Cableado completamente nuevo y con recubrimiento antihumedad y antiincendio.
4. Manetas de cambio y freno de la marca Nissin.
5. Interruptor de encendido, sistema de aceleración TDR Racing.
6. Suspensiones traseras YSS 34mm.
7. Horquilla Yamaha Byson. Es una horquilla dura, resistente y asequible de 130mm.
8. Asiento de cuero hecho a medida.
9. Luces delanteras, trasera e intermitentes importados de Thailandia.
10. Neumáticos Shinko (importadas de Korea). Delantero modelo 240 4.00 x 19 y Trasero Modelo 270 5.00 x 16.
11. Llantas TK (Japón) modelo Bright. Delantera 19 pulgadas y Trasera 16 pulgadas.
12. Escapes 2-1 artesanales hechos a mano en acero inoxidable.
13. Disco de Freno delantero de 260mm.
14. Y por último y con mayor atención, el motor fue desmontado por completo (pistones, biela, cigüeñal, etc.) limpiado, pintado, el carburador ajustado, los discos de caja de cambios sustituidos y una completa puesta a punto.

Y por último ¿ Alguna experiencia o curiosidad del proyecto?

Además de las típicas anécdotas de construcción como falta de piezas, caída del tendido eléctrico durante horas (típico de Bali). Algo curioso que nos pasó fue a la hora de instalar los instrumentos de mando de la moto (Km/h y RPM).

El tema fue que estoy enamorado de un cuadro de instrumentos clásico, a mi me gustan dos circunferencias, una de velocímetro y otra de tacómetro, como puedes ver en las fotos. En ambas motos he puesto el mismo porque me parece muy completo, ya que además dispone de indicador de neutral y de giro. Y resulta que en ambas motos hemos tenido problemas de instalación.

En la Yamaha en concreto no era un problema de digital o analógico en el tacómetro, sino, que la entrada del motor para conectar el cable, estaba sellada con pegamento industrial, sumando a esto que el sistema interior estaba “missing” lo habían desmontado y ya no se encontraba, con lo que no servia para nada el tacómetro. El caso es que nos recorrimos todos los concesionarios de Yamaha en Bali y ninguno tenía recambios.
Finalmente encontramos una pieza en Java, un viaje de 12 horas en coche para poder hacer funcionar el tacómetro. Un viaje que mereció la pena.

¡Brillante Dirk! Tanto la historia como todos los detalles que hacen de este proyecto un buen trabajo. El diseño con un cierto toque macarra me encanta. Y por supuesto mil gracias por compartir con todos nosotros tu transformación. Esperaremos con entusiasmo una nueva personalización ;)

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Espera no te vayas ¿Qué te parece la Yamaha Scorpio 225 Brat Style de MalaMadre Motorcycles?